Cincuenta años después de haber pisado por primera vez la Universidad de Piura, cuatro exalumnas, integrantes de la primera promoción, compartieron sus recuerdos, experiencias y deseos en torno a su 'alma mater'.
Por Erick Alva. 14 agosto, 2019.En el marco de las Bodas de Oro de la UDEP, Cecilia Desulovich, Carmen Arribas, Gloria Su y Rosa Zeta, egresadas de la primera promoción de Administración de Empresas y Ciencias de la Información, recordaron vivencias, compartieron anécdotas y expresaron sus expectativas a futuro para la universidad de la cual ellas fueron parte fundamental.
“Lo que me motivó a estudiar en la UDEP fue el que esa universidad era el sueño de San Josemaría y sabía toda la historia que había detrás. Además, me gustaba mucho la idea de poder ser parte de una primera promoción”, afirmó Gloria Su, exalumna de la UDEP y actualmente docente de español en la Universidad Hang Seng en Hong Kong.
Para Gloria, la Universidad de Piura significa una familia, “celebrábamos el cumpleaños del rector todos juntos”. Debido a este afecto, y pese a la distancia, ha permanecido siempre al tanto de lo que acontece en el campus y en la ciudad. Esto quedó demostrado cuando se encargó de gestionar y movilizar apoyo, con ayuda de la embajada, desde Hong Kong, ciudad donde reside, para los damnificados por el Niño Costero del 2017.
Al igual que Gloria, Cecilia, Carmen y Rosa han permanecido ligadas de alguna u otra forma a la universidad y aseguraron que las enseñanzas obtenidas aquí les sirvieron durante toda su vida, no solo en el ámbito profesional, sino también en el personal.
“Se debe tratar de alcanzar la mayor excelencia posible en cada una de las carreras para que así los alumnos puedan contribuir con la sociedad desde cualquier lugar en el que se encuentren”, aseguró la doctora Rosa Zeta, profesora de la Facultad de Comunicación de la UDEP.
La exigencia, la calidad y el buen obrar son algunas de las características que todas destacaron de la Universidad. Reconocieron que, pese a que en un inicio fue difícil adaptarse a la enseñanza universitaria debido al estilo de la educación escolar de ese entonces, ahora agradecen que en el primer año de universidad, indistintamente del programa elegido, hayan tenido que llevar cursos de ciencias y de letras, porque esto marcó la diferencia en su formación profesional.
“El rector Ricardo Rey Polis siempre nos decía que esas artes liberales de las que nos quejábamos tanto harían la diferencia entre que seamos técnicos o universitarios”, señaló Cecilia Desulovich, quien además destacó el esfuerzo y la difícil labor que cumplieron los pioneros para lidiar con ese primer grupo de alumnos. “El profesor Ramón Mugica recurría incluso a dibujos de Mafalda para hacer la clase más divertida […] Otra eminencia para nosotros, el ingeniero Miguel Samper, supo enseñar matemática a un grupo de alumnos que conocía más de humanidades”, contó con gratitud, Cecilia.
Sin importar los años que hayan transcurrido, la Universidad de Piura sigue siendo sinónimo de excelencia, así lo confirmó Cecilia, quien además añadió que las calificaciones pueden no ser perfectas, más que nada por el nivel de exigencia, pero tu formación es íntegra y de la mayor calidad posible.
En la misma línea, Carmen Arribas, quien también fue docente en esta casa de estudios, expresó que la universidad significó para ella un esfuerzo muy grande y que, con miras a un futuro prominente, deberá saber adaptarse a los tiempos que corren para reafirmar así esa excelencia académica que, desde el año uno hasta ahora, 50 años después, ha caracterizado a la Universidad de Piura.